Si lo traducimos directamente del inglés, la palabra blockchain significa cadena de bloques. Un nombre que de primera mano no aporta mucho si no estás habituado a entenderte en estos términos técnicos. Sin embargo, comprender el significado real del blockchain que tan de moda se ha puesto, no es tan difícil.

Lo que sí es importante para que comprendas la importancia de este nuevo concepto es que seas capaz de conocer las claves que dan sentido a este nuevo entramado económico y financiero que va a revolucionar, y ya lo está haciendo, la forma de entender la economía y las transacciones.

El primer concepto clave ligado al blockchain es la descentralización, porque con esta forma de generar transacciones económicas es posible prescindir de cualquier tipo de entidad financiera o bancaria. En este sistema son los usuarios los que se relacionan de manera directa y llevan a cabo sus propias transacciones de forma segura. Es lo que se viene conociendo como peer to peer.

Esta descentralización implica que, si una persona A quiere hacer una transferencia económica a una persona B, debe acudir a un banco o conectarse a la web de un banco para hacer la operación. Estamos hablando de que se necesita contar con un intermediario que es quién mueve el dinero y lo gestiona en nuestro nombre.

Con el blockchain esto cambia, porque ahora el usuario A desarrolla la transacción directamente con el usuario B mediante un bloque de información encriptada que es enviada a un gran banco con millones de nodos y cada uno de estos nodos es como un miembro de la transacción que gestiona los libros de apuntes del banco. La cadena de bloques es como un libro de anotaciones donde los bloques están totalmente cifrados para proteger la privacidad y la seguridad de los usuarios.

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La cadena de bloques es como un libro de anotaciones donde los bloques están totalmente cifrados.

Un aspecto destacado de blockchain es que es necesario que haya varios nodos que sean los encargados de verificar que las transacciones son correctas y las validen y queden registradas en el libro de cuentas. Lo más importante en este concepto es que en la transacción, aunque solo intervienen los usuarios A y B, hay un grupo elevado de usuarios que han verificado y comprobado que todo se desarrolla de forma correcta.

La moneda que se usa en cada caso es una criptomoneda, la más conocida y extendida el Bitcoin. Actualmente existen muchas más monedas virtuales que funcionan para estas transacciones.

Otra clave para la cadena de bloques es el anonimato de las partes involucradas. En nuestro ejemplo entre los usuarios A y B, ninguno de los miembros de la cadena sabes quiénes son estos usuarios. Lo único que queda registrado es que se ha realizado una operación o transacción entre esos dos usuarios que se mantienen en el anonimato. Cada bloque de la cadena tendrá una capacidad limitada y en ese bloque se van anotando las transacciones hasta que llega al límite. En ese momento se debe tomar la decisión de cerrar o sellar el bloque.

Con el uso del blockchain se consigue algo muy importante en el ámbito de las transacciones económicas. Se consigue eliminar la posibilidad de fraude debido a que las operaciones registradas en los bloques son irreversibles, si se quiere hacer cualquier cambio en un apunte o anotación en un bloque es necesario que todos los usuarios de ese bloque lo validen y aprueben. De esta forma, no es posible realizar cambios ficticios ni cometer fraude.

Con este artículo hemos dado unas pinceladas de lo que es y lo que implica el blockchain, no obstante, es un tema que da mucho de sí y en el que iremos profundizando poco a poco para que pueda ser comprendido por todos los usuarios, aunque no tengan conocimientos técnicos.